Un estudio en la Universidad
de Oviedo, sugiere que el trastorno por
déficit de atención e hiperactividad es más frecuente entre los presos
El trastorno por
déficit de atención e hiperactividad o TDAH afecta a casi el 7% de la población
general, pero esta cifra se dispara hasta el 30% dentro de las cárceles. Así lo
apunta una investigación con 143 internos examinados por investigadores de la
Universidad de Oviedo. Su conclusión es que el diagnóstico y el tratamiento del
TDAH en la infancia reducirían las conductas delictivas que conllevan al
ingreso en prisión.
Tres de cada diez internos en instituciones penitenciarias
sufren trastorno por déficit de atención e hiperactividad, más conocido como
TDAH. La prevalencia de este desorden, originado en la infancia, es además
hasta cinco veces mayor en la población reclusa que en la general.
Esta es una de las principales conclusiones que aporta un
estudio realizado por un equipo de psicólogos de la Universidad de Oviedo que
acaba de ser publicado en la revista brasileña Psychology/Psicologia Reflexao e
Crítica.
El TDAH resultó más elevado entre los reclusos divorciados,
desempleados y que dejaron la Secundaria El profesor de Psicología, Celestino
Rodríguez Pérez, uno de los firmantes del trabajo, destaca que los resultados
evidencian la necesidad de estudiar este trastorno en los presos con el objeto
de mejorar el abordaje terapéutico que reciben en los centros penitenciarios.
Para realizar el trabajo, se han realizado pruebas
diagnósticas de cribado a 143 internos (133 hombres y 10 mujeres, de entre 18 y
69 años, en un centro penitenciario anónimo), que accedieron someterse a ellas
de forma voluntaria y anónima. En 46 de ellos, aproximadamente el 30%, pudo
confirmarse un trastorno por déficit de atención e hiperactividad (6-7% en
población general).
La prevalencia de TDAH resultó además ser significativamente
más elevada entre los reclusos divorciados, desempleados y, sobre todo, entre
los que habían fracasado en Secundaria. De hecho, ninguno de los presos con
este trastorno había conseguido terminar estudios universitarios.
TDAH y criminalidad
La investigación saca a la luz también la relación entre
este trastorno y la criminalidad. Rodríguez Pérez plantea dos hipótesis. La
primera es que este desorden puede directamente causar los comportamientos
infractores. La segunda apunta al frecuente solapamiento entre el déficit de
atención y los trastornos de conducta.
Sufrir este trastorno en la niñez sin recibir tratamiento,
aumenta las actividades delictivas y el abuso de sustancias
Según el estudio, y aunque las consecuencias a largo plazo
de presentar TDAH en la infancia no están estudiadas en profundidad, claramente
se observan sus consecuencias en la edad adulta.
Así, Celestino Rodríguez subraya: "Parece probado que
sufrir este trastorno durante la niñez, y no recibir tratamiento, aumenta la
tasa de participación en actividades delictivas y el abuso de sustancias, así
como los problemas en las relaciones de pareja y en la búsqueda o mantenimiento
del empleo”.
Este profesor del departamento de Psicología de la
Universidad de Oviedo considera que implantar en la infancia intervenciones
eficaces para tratar el TDAH contribuye a disminuir el riesgo de sufrir
problemas en la edad adulta.
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