INFLUENCIA DEL TDAH Y LOS TRASTORNOS DE CONDUCTA EN LA INFANCIA SOBRE LA DELINCUENCIA EN EL ADULTO

Traducción del abstract:

POST SOBRE CLÍNICA DEL TDAH

Así se denomina la investigación longitudinal que ha publicado el BMC psychiatry (1) a finales del mes de mayo de este año. Tema importante ya que se ha escrito bastante, y dicho más, sobre los riesgos que presenta un niños con TDAH frente a las conductas delictivas en su vida adulta.

Hemos creído interesante presentar un resumen de esta investigación. El que desee el artículo completo puede bajarlo desde este enlace.

Antecedentes

Son escasos los estudios que han explorado los problemas delictivos en la vida adulta de aquellos con antecedentes de un trastorno mental severo en la infancia. En este estudio exploramos la asociación entre la delincuencia en el adulto y algunos diagnósticos en la infancia en pacientes hospitalizados. Se prestó una importancia especial al impacto del TDAH y a los trastornos mixtos de la conducta y de las emociones sobre la presentación de conductas delincuentes posteriores, ya que ambos trastornos han sido relacionados con la aparición de conductas delictivas.

Metodología

Se realiza un seguimientos entre 19-41 años de 541 antiguos pacientes pediátricos después de su hospitalización a través del Registro National de Criminalidad. Los pacientes fueron readiagnosticados utilizando los historiales clínicos de acuerdo con los criterios CIE-10.. Se investigó la asociación entre el diagnóstico, otros factores de base y la posterior conducta delictiva utilizando el análisis de regresión de Cox univariado y multivariado.

Resultados

El 24% de los casos en seguimiento fueron convictos por conductas delictivas. En el análisis de regresión mutivariado de Cox, los trastornos de conducta (RR=2.0) y el trastorno hipercinético disocial (RR= 2.7) incrementaron el riesgo significativamente frente a la posterior conducta delictiva. La presencia de un trastorno generalizado del desarrollo (RR= 0,4) y el retraso mental (RR= 0,4) reducen el riesgo. El sexo masculino (RR= 3.6) y las dificultades intrafamiliares crónicas (RR= 1.3), igualmente, incrementa el riesgo.