lunes, 13 de octubre de 2008



Trastorno de Déficit de Atención en Adultos


El TDAH ha sido reconocido y tratado en niños por casi un siglo, pero la comprensión de que el TDAH con frecuencia perdura hasta la edad adulta se ha dado en las últimas décadas. La creencia que prevaleció entre los profesionales durante muchos años era que los niños y adolescentes podían superar los síntomas del TDAH en la pubertad y con certeza en la adultez. Sin embargo, investigaciones contemporáneas nos muestran que cerca del 67% de los niños diagnosticados con TDAH continúan presentando los síntomas del Trastorno que interfieren significativamente con su vida académica, vocacional o social en su vida adulta. Los síntomas principales del TDAH como inatención, impulsividad e hiperactividad aparecen en la infancia (usualmente alrededor de los siete años) y resultan en un patrón crónico que deteriora su desempeño. El TDAH en adultos es visto como un “trastorno escondido” porque los síntomas del TDAH frecuentemente se ocultan con frecuencia detrás de problemas en las relaciones interpersonales, organización, cambios de humor, abuso de sustancias, dificultades en el trabajo y otras dificultades psicológicas. El TDAH es muy complejo y sólo debe ser diagnosticado por profesionales calificados y con experiencia. El TDAH es identificado en algunos adultos porque tienen problemas de depresión, ansiedad, abuso de sustancias o impulsividad. Otros identifican que pueden tener TDAH después de que sus hijos son diagnosticados. A pesar de que se ha incrementado la conciencia y la identificación del Trastorno en adultos, muchos permanecen sin diagnóstico y sin tratamiento.


Características de los Adultos con TDAH


El crecimiento de niños y adultos con TDAH y el renovado interés en las investigaciones han contribuido en el incremento en la identificación del desorden en niños y adultos. Muchos adultos crecieron en una época en que los doctores, educadores, padres y público en general conocían muy poco acerca del TDAH, su diagnóstico y su tratamiento. En consecuencia, el que haya una mayor conciencia en la gente ha aumentado el número de adultos que buscan evaluación y tratamiento para el TDAH y sus síntomas asociados. Los actuales criterios de diagnósticos para el TDAH (adaptados ligeramente para ser más apropiados para adultos) de acuerdo al más reciente Manual de Diagnóstico y Estadístico de Desórdenes Mentales (DSM-IV) son:
No lograr mantener la atención a detalles o cometer errores por descuido en el trabajo.
Realizar movimientos nerviosos con manos o pies, o retorcerse en el asiento
Tener dificultad para mantener la atención en tareas o actividades de diversión
Pararse en situaciones en las que se espera que permanezca sentado
No escuchar cuando le hablan directamente
Sentirse intranquilo e inquieto
No seguir instrucciones y no terminar el trabajo exitosamente
Dificultad para involucrarse en actividades calmadas en sus ratos de ocio
Dificultad para organizar tareas y actividades
Sentirse “en marcha” o “empujado por un motor”
Evita y le disgustan los trabajos que requieren un esfuerzo mental sostenido
Hablar excesivamente
Perder cosas necesarias para tareas y actividades
Contestar abruptamente antes de que terminen de preguntarte algo
Se distrae con facilidad
Tiene dificultad para esperar su turno (impaciente)
Olvida sus deberes diarios
Interrumpir o entrometerse en lo que otros están haciendo.
A pesar de que se utilizan otra lista de síntomas para el diagnóstico de adultos con TDAH, los criterios del DSM-IV son considerados los más válidos empíricamente. Los síntomas principales del TDAH con frecuencia están asociados a problemas y consecuencias que coexisten en los adultos con TDAH. Estos pueden incluir:



Problemas con el autocontrol y regulación del comportamiento.
Memoria de trabajo deficiente
Deficiencia en la persistencia de los esfuerzos para realizar tareas
Dificultades con la regulación de emociones y motivación
Variabilidad mayor a lo normal en el desempeño en el trabajo
Tardanza crónica, tiene baja percepción del paso del tiempo
Se aburre con facilidad
Baja autoestima
Ansiedad
Depresión
Cambios de humor repentinos
Dificultades en su trabajo
Problemas con sus relaciones interpersonales
Abuso de sustancias
Comportamientos riesgosos
Mala administración del tiempo


El impedimiento que surge tanto de los síntomas principales como de las características asociadas al TDAH puede variar de leve a severo en su impacto en la vida académica, social y vocacional, así como en su funcionamiento en la vida diaria. Aunque los síntomas del TDAH son comunes a otras condiciones médicas y psiquiátricas y a algunos factores de estrés situacionales o de medio ambiente, los adultos no deben autodiagnosticarse y deben buscar un diagnóstico de profesionales calificados.
Las investigaciones indican que el TDAH se presenta en un 3 a 5% de la población de niños en edad escolar, y aproximadamente de un 2 a un 4% en adultos. En la infancia, se presenta en una relación de 3 niños por cada niña con TDAH. En los adultos, es una relación de 2 a 1 o menor.

¿Qué causa TDAH?


No hay respuestas definitivas todavía. A la fecha, no hay indicadores biológicos, psicológicos o genéticos que puedan con certeza identificar el trastorno. Las investigaciones han demostrado que el TDAH tiene fuertes bases biológicas. A pesar de que las causas no han sido bien identificadas, existe poca duda de que la herencia hace la mayor aportación a la expresión del trastorno en la población. En casos en los que la herencia no se identifica como factor, las dificultades en el embarazo, el consumo de alcohol y tabaco en la madre embarazada, los partos prematuros que implican bajo peso al nacer, niveles de plomo altos en el cuerpo y lesiones postnatales en las regiones frontales del cerebro pueden contribuir al riesgo de tener TDAH en diferentes grados. Las investigaciones no apoyan el popular punto de vista de que el TDAH es originado por el excesivo consumo de azúcar, aditivos en las comidas, exceso de ver televisión, un mal manejo de los padres, o factores sociales o ambientales como el caos familiar o la pobreza.
Diagnóstico de TDAH en Adultos.
Un médico o un equipo de clínicos que tengan experiencia en el TDAH y sus factores asociados puede asegurar una evaluación comprensiva. Este equipo puede incluir un neurólogo o psiquiatra, un psicólogo clínico o un psicólogo educacional. La evaluación del TDAH debe incluir una entrevista clínica sobre la sintomatología pasada y presente del TDAH, historial médico, historia escolar, historia laboral, historia psiquiátrica incluyendo cualquier medicamento que le hayan recetado, ajustes sociales y problemáticas de adaptación en el día a día. (por ejemplo, habilidad para conocer las demandas de la vida diaria). La entrevista es primero con la intención de identificar los síntomas principales del TDAH (hiperactividad, inatención, impulsividad) y después para asegurar que la historia de esos síntomas es crónica y generalizada. Esto no se puede saber con un examen simple y breve. Usualmente requiere de una a dos horas como mínimo. Idealmente, la entrevista puede hacerse con varios informantes (un padre o alguien cercano) y en cuestionario de comportamiento para múltiples situaciones (escuela, trabajo, casa). También es importante que el doctor intente averiguar en otros diagnósticos psiquiátricos que puedan explicar la presencia de los síntomas. La evaluación del adulto puede también utilizar el la medición de escalas de los síntomas del TDAH en el DSM-IV, revisar cualquier registro pasado como informes de calificaciones, evaluaciones previas, , y en algunos casos utilizar un examen psicológico para determinar cualquier debilidad de aprendizaje que pudiese subyacer al impedimento funcional. Una evaluación amplia se requiere por tres motivos: establecimiento de un adecuado diagnóstico, evaluación de la presencia de condiciones médicas coexistentes y para descartar las explicaciones alternativas para las dificultades presentadas en la vida personal, ocupacional o académica.



¿Por qué identificar el TDAH en adultos?


Crecer sin un diagnóstico de TDAH puede tener efectos devastadores en el adulto. Para algunos, el diagnóstico y educación que siguen después de una evaluación pueden ser una experiencia profundamente curativa. El diagnóstico apropiado puede ayudar a los adultos a poner las dificultades en perspectiva y entender las razones para muchos síntomas a lo largo de la vida. Los adultos con TDAH frecuentemente desarrollan percepciones negativas sobre sí mismos, como “flojo”, “estúpido” o incluso “loco”. Un diagnóstico adecuado y un tratamiento efectivo pueden ayudar a mejorar la autoestima, el desempeño en el trabajo y habilidades de estudio y aptitudes sociales. Muchos adultos con TDAH son protegidos por el Acta Americana de Discapacidades de 1990, la cual prohíbe la discriminación en el empleo a cualquier individuo que tenga un impedimento físico o mental que limite una o más actividades de su vida incluyendo el aprendizaje y el trabajo.


¿Qué sigue después del diagnóstico?


Aunque no hay una cura para el TDAH, muchos tratamientos pueden ayudar eficazmente a manejar los síntomas. Lo principal de estos tratamientos es la educación de los adultos con el TDAH y los miembros de su familia acerca de la naturaleza del trastorno y su tratamiento. Las investigaciones comparativas de diferentes tipos de tratamiento coinciden que lo mejor para mejorar los síntomas del TDAH es el tratamiento que incluye medicamento combinado con terapia. Las evidencias muestran que algunos antidepresivos tricíclicos pueden ser efectivos en el manejo de los síntomas del TDAH así como condiciones coexistentes como cambios de humor y ansiedad. Así como no hay un solo examen para diagnosticar el TDAH, no hay un solo enfoque de tratamiento que sea adecuado para todos. Los tratamientos necesitan ser confeccionados para un individuo y dirigidos a sus áreas de necesidad específicas. Hay una variedad de aspectos de comportamiento social, académico, vocacional o de relaciones interpersonales para el adulto que tiene TDAH. Para algunos, solamente tener el diagnóstico y entender cuáles eran las razones para muchas dificultades pasadas puede ser extremadamente útil. Los adultos con TDAH también pueden beneficiarse con terapias sobre su condición, asesoría vocacional y guía para encontrar el más adecuado ambiente de trabajo, administración del tiempo y asistencia organizacional, coaching, buscar trabajo y estrategias de administración de conocimiento.



En resumen, algunos componentes comunes en los planes de tratamiento para adultos con TDAH incluyen:


1. Consulta con profesionales médicos
2. Educación acerca del TDAH
3. Medicamentos
4. Grupos de apoyo
5. Desarrollo de destrezas conductuales tales como hacer listas, plantación diaria, elaboración de rutinas.
6. Terapias individuales o de pareja
7. Liderazgo (Coaching)
8. Orientación vocacional
9. Asistencia para elegir las mejores opciones educacionales y vocacionales
10. Perseverancia y trabajo arduo
11. Buscar la mejor opción académica
12. Perseverancia y trabajo duro
13. Buscar trabajos y escuelas apropiados



Se considera que un plan de tratamiento multimodal, que combine la medicación, la educación y los tratamientos de comportamiento y psicosociales, es el enfoque más efectivo. A pesar de que falta más investigación en tratamiento psicosocial del adulto con TDAH, algunos estudios sugieren que la terapia y la educación pueden resultar efectivos en el tratamiento de adultos con TDAH. Un tratamiento combinado, que se mantenga durante un largo período, puede ayudar a administrar los efectos del desorden y ayudar a estos adultos a tener vidas más satisfactorias y productivas.

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