martes, 21 de octubre de 2008

TDAH EN ADOLESCENTES






La mayoría de los adolescentes con TDAH son diagnosticados de niños, pero algunas personas no son diagnosticadas hasta llegar a la adolescencia o incluso a etapas posteriores de la vida. Es normal sentirse abrumado, asustado o hasta enojado con un diagnóstico de TDAH. Éste es uno de los aspectos en los que la terapia puede ayudarte. Hablar de estos sentimientos y enfrentarlos suele simplificar el proceso.



Si tienes TDAH, es posible que no te des cuenta de que te estás comportando de una manera diferente a la de los demás; simplemente, haces lo que te surge naturalmente. En algunos casos, esto puede provocar problemas con personas que no comprenden o no conocen tu afección. Por ejemplo, es posible que digas lo que piensas frente a alguien y que sientas que has ofendido o escandalizado a esa persona. Tal vez no comprendas por qué la gente se enoja contigo.
Aprender todo lo posible acerca de tu afección puede ser de gran ayuda. Cuanto más comprendas, más participación podrás tener en tu propio tratamiento. A continuación verás algunas de las cosas que puedes hacer en la escuela o en tu relación con otras personas:
Siéntate en el frente de la clase para limitar las distracciones.




Apaga el programa de correo electrónico, el de mensajes instantáneos y tu teléfono cuando estés realizando tu tarea u otra actividad que requiera de toda tu atención. Esto te ayudará a evitar las distracciones.


Habla abiertamente con tus profesores acerca de tu trastorno y trabaja con ellos para asegurarte de estar aprendiendo de una manera que te sea útil. Por ejemplo, algunas escuelas permiten que quienes padecen TDAH tengan más tiempo para realizar las pruebas.
Algunos adolescentes pueden verse favorecidos con clases con un menor número de alumnos o con tutorías.




Utiliza herramientas que te ayuden a organizarte:


  • Lleva una libreta para tomar nota de cuáles son tus tareas, incluye una lista de los libros y el material que deberás llevar a tu casa para realizarlas. Apunta las clases, las actividades extraescolares y otras obligaciones en una agenda para no olvidarlas.



  • Si utilizas una agenda, también podrás evitar tomar decisiones impulsivas sin la necesaria planificación: si programaste comenzar la tarea a las 16:30, sabrás que no es una buena idea ir con tu novia a ver el fútbol a las 16:00. Los hábitos de organización que desarrolles ahora te serán muy útiles en el futuro. Aún las personas que no sufren TDAH descubren que necesitan de ellos cuando comienzan a trabajar; entonces, ¡estarás adelantado!



  • Haz mucho ejercicio. Los estudios comienzan a demostrar que el ejercicio puede ayudar a las personas con TDAH

  • Si te sientes acelerado durante la escuela, habla con tu maestra para tomar pequeños recesos en los que puedas realizar alguna actividad física. De esta manera, te resultará más fácil mantenerte concentrado en la clase. Toma frecuentes recesos para realizar actividad física cuando estés estudiando o haciendo tu tarea.

  • Practica técnicas de relajación y meditación para relajarte y concentrarte.


  • Hazle saber a tus amigos lo que está ocurriendo. A veces, cuando estamos con nuestros amigos, decimos cosas sin pensar y después lo lamentamos, o hacemos tonterías de manera impulsiva. Si te ocurre esto, dile a tus amigos que en ocasiones dices cosas sin pensar, discúlpate si heriste sus sentimientos e intenta tener más cuidado en el futuro.

  • Si sufres TDAH, es natural que en ocasiones te sientas frustrado o incomprendido. Tal vez parezca que siempre pierdes tu tarea o que tienes dificultades para seguir las instrucciones de tus maestros, o quizás tengas problemas para entablar una amistad o llevarte bien con los demás integrantes de tu familia. Te será de ayuda aprender todo lo posible acerca del TDAH y buscar métodos que te permitan trabajar con todo tu potencial, tanto académica como socialmente. La buena noticia es que los médicos, los terapeutas y los maestros están constantemente aprendiendo más acerca del TDAH y comprenden mejor que nunca los desafíos que enfrentan a las personas que lo padecen

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