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La hiperactividad es vista como un problema que condiciona de forma negativa la vida de la persona que presenta este trastorno. Sin embargo, muchos de los rasgos típicos del TDAH han sido compartidos por algunas de las mentes más brillantes a lo largo de la historia. ¿Tiene alguna ventaja ser hiperactivo?
Existe la creencia generalizada de que las personas con
Trastorno por Déficit de Atención con hiperactividad o TDAH padecen una
enfermedad terrible. A pesar de que el cerebro de la persona con TDAH presenta
algunas alteraciones que dificultan su óptimo funcionamiento en determinadas
áreas, el hecho de que esté sobre-estimulado, también aporta algunas ventajas.
A continuación, se presentan algunos de los beneficios que normalmente
acompañan al hecho de ser hiperactivo, que la mayoría de los normotipos no
conocen y muchos TDAH que no aceptan su condición, no valoran.
1. Empatía
Las personas con TDAH suelen tener mucha facilidad para
relacionarse con personas desconocidas, así como de identificarse con los otros
y aceptar puntos de vista diversos. Es cierto que los niños y adolescentes
hiperactivos suelen agobiar a sus amigos tratando de acapararlos, pero esto no
es sino una muestra de la nobleza de éstos. Simplemente, participando en algún
programa de habilidades sociales diseñado por un experto en TDAH, como un psicopedagogo,
cualquier hiperactivo puede aprender a sacar partido de la empatía que posee de
forma innata para mejorar sus relaciones sociales.
2. Ingenio
Se puede afirmar sin ningún riesgo de error, que el ingenio
y el TDAH van de la mano. De hecho, existe una lista interminable de pintores,
diseñadores, escultores, cineastas, escritores, músicos y cómicos que son
hiperactivos. Esto es porque para ser creativo hay que ser capaz de afrontar la
realidad de forma “desordenada”, algo que resulta muy fácil para una persona
que siempre va “contra el sistema” y que piensa de forma divergente por
naturaleza. De esta forma, lo que cuando uno acude a la escuela supone motivo
de preocupación para padres y profesores, puede ser aplicado de forma ventajosa
a la resolución de problemas en la vida adulta.
3. Entusiasmo
Cuando una persona con TDAH afronta una tarea que le gusta
lo hace siempre con una absoluta pasión y entrega. Esto hace, de las personas
hiperactivas líderes natos que son capaces de insuflar su energía a los otros.
Es cierto que mantener esta energía es lo que les cuesta y normalmente no les
dura lo suficiente para terminar lo que empiezan. Sin embargo, si forman parte
de un equipo con capacidades y estilos de trabajo diferentes, los hiperactivos
pueden convertirse en el motor del grupo.
4. Capacidad de resolución de problemas
Como se señaló anteriormente, las personas con TDAH poseen
habilidades especiales para descifrar enigmas y resolver problemas. Se supone
que algunos inventores importantes, como Thomas Edison, han tenido TDAH. Esto
tiene que ver mucho con la forma creativa de afrontar cualquier dilema, pero
también, con la pasión, casi obsesiva, con la que las personas hiperactivas
abordan cualquier reto que decidan afrontar.
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5. Hiperfoco
El Hiperfoco es un fenómeno que experimentan muchos TDAH que
se caracteriza porque la persona es capaz de abstraerse absolutamente en la
realización de una tarea o prestar toda su atención de forma selectiva a un
detalle en particular. Esta habilidad, hace que cuando la persona hiperactiva
se concentra en algo que le apasiona es capaz de realizar cualquier cosa que se
proponga de forma perfeccionista y detallista, consiguiendo logros
excepcionales.
6. Sentido del Humor
A casi todos los TDAH les gusta reír, y muchos de ellos
tienen la capacidad de hacer reír a los demás también. Si no, que le pregunten
a cualquier profesor de Primaria o Secundaria quien es el “gracioso de la
clase” y la mayoría de las veces el docente señalará al alumno o alumna
hiperactivo. Una vez, más, esta característica puede ser aprovechada por la
persona TDAH, como por ejemplo el famoso actor Robin Williams ha hecho.
7. Espíritu de lucha.
Desde pequeños, los niños hiperactivos parece que lo tiene
todo en contra. Muchos profesores los suelen etiquetar de maleducados o
revolucionarios, los padres no siempre pueden afrontar sus “ocurrencias” de
forma positiva y suelen experimentar muchos desengaños por parte de sus iguales
o compañeros de juegos. Sin embargo, estos niños se sobreponen con bastante
facilidad y no cesan en su empeño de tratar de “encajar”. Este espíritu de
lucha les hace convertirse en adultos que no se dejan amedrentar por los
obstáculos y que abordan los desafíos de forma proactiva.
8. Intuición
El TDAH tiene un sentido de la percepción rápida que les
hace reaccionar de forma automática a los cambios repentinos. Esto les hace ser
personas muy susceptibles, pero también les proporciona la capacidad de intuir
si una persona o situación ha cambiado antes de que otras personas se den
cuenta y prepararse para afrontar estos cambios de forma exitosa.
9. Creatividad.
El ingenio del que se habla más arriba, está relacionado con
la creatividad y la velocidad con la que una persona hiperactiva tiene ideas.
Si se necesita a alguien con ideas, lo mejor es llamar a un hiperactivo
inteligente. Quizá el noventa por ciento de las ideas extravagantes que aporte
no tengan ninguna utilidad, pero puede que en el diez por ciento restante se
encuentren verdaderos tesoros.
10. Exceso de motricidad.
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Mientras que para la mayoría de la gente la rutina semanal
es agotadora, las perdonas con TDAH llevan mejor las prisas y las carreras que
exige el estilo de vida del siglo XXI. De hecho, lo peor que se le puede pedir
a un hiperactivo es que se quede quieto. Es más, la hiperkinesia que muchos
hiperactivos experimentan de pequeños suele suavizarse con la práctica
reiterada de ejercicio físico, lo cual hace que las personas con TDAH lleven un
estilo de vida más saludable y dispongan de unas reservas energéticas mayores
que los normotipos.
Como se ha explicado en este artículo, ser hiperactivo
significa poseer unas características muy particulares que pueden ser vistas
como una ventaja o una desventaja tanto por la persona con TDAH como por las
otras personas con las que se relaciona. No obstante, el conocimiento y
entrenamiento para el control de estas características por un profesional de la
psicopedagogía puede colocar al niño, adolescente o adulto en una situación
ventajosa para afrontar la vida diaria tanto a nivel personal como académica o
profesional.
Autor: Jenny Guerra Hernández
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