Un nuevo estudio sugiere que el humo de segunda mano eleva el riesgo de trastornos mentales y conductuales en niños, incluido el TDAH.
Resumen
La exposición al humo de segunda mano está asociada con problemas cardíacos y respiratorios infantiles. Además, según sugiere un estudio, respirar humo de segunda mano elevaría el riesgo de desarrollar trastornos mentales y conductuales en los niños, incluido el trastorno de déficit de atención con hiperactividad (TDAH).
El equipo de Frank Bandiera, de la Escuela Miller de Medicina de la Universidad de Miami, estudió la relación entre el humo de segunda mano y la salud mental en una muestra representativa del país con casi 3.000 niños de entre 8 y 15 años.
El estudio midió el nivel de nicotina en sangre para detectar qué niños habían estado expuestos al humo de segunda mano. A aquellos con los niveles más altos se los consideró fumadores y se los excluyó. Además, el equipo entrevistó a todos los participantes para identificar síntomas mentales o conductuales.
Tras considerar factores como la edad y la etnia, los varones expuestos al humo de segunda mano eran más propensos a tener síntomas de TDAH, depresión, ansiedad y trastornos de conducta que los que no estaban expuestos al humo de cigarrillo. Las niñas expuestas al humo de segunda mano tenían sólo más síntomas de TDAH y de ansiedad que el resto.
Aun así, la cantidad de niños con la mayoría de esas enfermedades diagnosticadas seguía siendo baja. Mientras que 201 niños (7 por ciento) tenía síntomas suficientes como para diagnosticarles TDAH, solamente se les diagnosticó depresión a 15 y trastorno de ansiedad a nueve de los participantes.
Los autores reconocen que es difícil separar los efectos del humo de segunda mano del daño que les pudieron ocasionar las madres al fumar durante el embarazo. Se necesitan más estudios para determinar cómo la exposición al humo de segunda mano puede afectar el cerebro de los niños.
Los autores concluyen que se necesita ampliar la prohibición de fumar a los lugares públicos donde haya niños y evitar la exposición infantil al humo de segunda mano en el hogar.
El equipo de Frank Bandiera, de la Escuela Miller de Medicina de la Universidad de Miami, estudió la relación entre el humo de segunda mano y la salud mental en una muestra representativa del país con casi 3.000 niños de entre 8 y 15 años.
El estudio midió el nivel de nicotina en sangre para detectar qué niños habían estado expuestos al humo de segunda mano. A aquellos con los niveles más altos se los consideró fumadores y se los excluyó. Además, el equipo entrevistó a todos los participantes para identificar síntomas mentales o conductuales.
Tras considerar factores como la edad y la etnia, los varones expuestos al humo de segunda mano eran más propensos a tener síntomas de TDAH, depresión, ansiedad y trastornos de conducta que los que no estaban expuestos al humo de cigarrillo. Las niñas expuestas al humo de segunda mano tenían sólo más síntomas de TDAH y de ansiedad que el resto.
Aun así, la cantidad de niños con la mayoría de esas enfermedades diagnosticadas seguía siendo baja. Mientras que 201 niños (7 por ciento) tenía síntomas suficientes como para diagnosticarles TDAH, solamente se les diagnosticó depresión a 15 y trastorno de ansiedad a nueve de los participantes.
Los autores reconocen que es difícil separar los efectos del humo de segunda mano del daño que les pudieron ocasionar las madres al fumar durante el embarazo. Se necesitan más estudios para determinar cómo la exposición al humo de segunda mano puede afectar el cerebro de los niños.
Los autores concluyen que se necesita ampliar la prohibición de fumar a los lugares públicos donde haya niños y evitar la exposición infantil al humo de segunda mano en el hogar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario